Hallan tumbas precolombinas de una etnia ecuatoriana en el norte de Perú
Lima, 6 oct (EFE).- Un grupo de arqueólogos peruanos halló intactas doce tumbas precolombinas de la etnia Cañari, oriunda de Ecuador, en una remota zona de la región de Lambayeque, en el norte de Perú, informó hoy el diario El Comercio de Lima.
Los investigadores creen que los cañaris habrían llegado al norte de Perú cuando en este país se desarrollaba la cultura Chavín (800-200 antes de nuestra era) y después fueron dominados por los incas.
Las tumbas, halladas en el cerro El Gallo, a unos 2.500 metros de altura, están formadas por grandes bloques de piedra de diferentes dimensiones, aunque se desconoce aún qué hay en su interior.
Además de estas doce tumbas intactas se encontró otra que ya fue profanada y en la que se ven restos de vasija de cerámica y telares, agregó El Comercio.
El arqueólogo de la Universidad Católica Santo Domingo de Mogrovejo Julio Fernández explicó al rotativo que las tumbas son importantes porque muestran características diferentes a las que corresponden a las culturas de la costa y la sierra de Perú.
El diario El Comercio y el presidente de la Asociación de los Bosques Secos (Asprobos), Ruperto Orellana, también formaron parte de la expedición que descubrió las tumbas cañaris.
Hallan una tumba precolombina de una niña sacerdotisa en la costa sur de Perú
Lima, 3 oct
Un grupo de arqueólogos halló la tumba de una supuesta niña sacerdotisa de más de 1.500 años de antigüedad en el centro ceremonial de adobe más grande del mundo, Cahuachi, en la costa sur de Perú, publicó hoy el diario El Comercio.
Se cree que la niña, de entre 12 y 14 años, ostentó un alto rango en la elite sacerdotal de Cahuachi debido a que en la tumba también se descubrió valiosas joyas de oro, plata y piedras preciosas, dijo el director del Proyecto Nazca, el italiano Giuseppe Orefici.
No se descarta que la menor haya podido ser considerada como una divinidad nacida en la época, de acuerdo al arqueólogo italiano.
La tumba, que tiene la forma de un pequeño templo con cuatro columnas de arcilla, fue hallada al interior de una serie de cuartos instalados entre la gran pirámide y la pirámide naranja, ambas parte de Cahuachi, un lugar sagrado para los pobladores Nazca.
La momia de la niña, que vivió durante el llamado período Nazca Temprano (entre los años 300 al 450 de nuestra era), estaba envuelta en tejidos bordados con figuras de orcas marinas que sostienen lanzas de puntas de obsidiana.
La niña, que se descarta que haya sido sacrificada y que habría muerto por una enfermedad, tenía una vértebra más a las que suelen tener el común de las personas, un agujero en un hueso del antebrazo, así como rastros de pintura en el cuerpo, según los arqueólogos.
El ajuar de la momia, que se encuentra en buen estado de conservación, estaba compuesto por una nariguera de oro bañada en plata de 30 centímetros de ancho, así como collares de espondylus y brazaletes de este material, con perlas de oro, amatistas, lapislázulis, entre otras piedras.
También se hallaron diversas ofrendas como las cabezas de pequeñas aves de rapiña con el pico cerrado por cordeles y uno de estos animales estaba relleno de vegetales e hilos de colores, además de canastas y piezas de cerámica en miniatura.
Cahuachi, el centro ceremonial en adobe más grande del mundo, se encuentra muy cerca de las famosas líneas de Nazca, a unos 460 kilómetros al sur de Lima.
Este centro, de unos 24 kilómetros cuadrados, estuvo operativo desde el siglo IV a.C. hasta finales del siglo IV d.C. y constituye el mayor complejo de construcciones y templos de Nazca.
Se cree que la niña, de entre 12 y 14 años, ostentó un alto rango en la elite sacerdotal de Cahuachi debido a que en la tumba también se descubrió valiosas joyas de oro, plata y piedras preciosas, dijo el director del Proyecto Nazca, el italiano Giuseppe Orefici.
No se descarta que la menor haya podido ser considerada como una divinidad nacida en la época, de acuerdo al arqueólogo italiano.
La tumba, que tiene la forma de un pequeño templo con cuatro columnas de arcilla, fue hallada al interior de una serie de cuartos instalados entre la gran pirámide y la pirámide naranja, ambas parte de Cahuachi, un lugar sagrado para los pobladores Nazca.
La momia de la niña, que vivió durante el llamado período Nazca Temprano (entre los años 300 al 450 de nuestra era), estaba envuelta en tejidos bordados con figuras de orcas marinas que sostienen lanzas de puntas de obsidiana.
La niña, que se descarta que haya sido sacrificada y que habría muerto por una enfermedad, tenía una vértebra más a las que suelen tener el común de las personas, un agujero en un hueso del antebrazo, así como rastros de pintura en el cuerpo, según los arqueólogos.
El ajuar de la momia, que se encuentra en buen estado de conservación, estaba compuesto por una nariguera de oro bañada en plata de 30 centímetros de ancho, así como collares de espondylus y brazaletes de este material, con perlas de oro, amatistas, lapislázulis, entre otras piedras.
También se hallaron diversas ofrendas como las cabezas de pequeñas aves de rapiña con el pico cerrado por cordeles y uno de estos animales estaba relleno de vegetales e hilos de colores, además de canastas y piezas de cerámica en miniatura.
Cahuachi, el centro ceremonial en adobe más grande del mundo, se encuentra muy cerca de las famosas líneas de Nazca, a unos 460 kilómetros al sur de Lima.
Este centro, de unos 24 kilómetros cuadrados, estuvo operativo desde el siglo IV a.C. hasta finales del siglo IV d.C. y constituye el mayor complejo de construcciones y templos de Nazca.
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